Cada vez son más las familias que buscan que sus hijos aprendan a nadar antes del año de vida
Tiene múltiples beneficios para su desarrollo físico, social y psicológico además de mejorar su equilibrio, coordinación y conocimiento del espacio. El verano 2025 creció exponencialmente esta actividad en el AMBA, principalmente en zona norte. Las practicas suelen darse de manera individual o grupal en casas de familia. El rol de los padres, vital en el proceso.
La natación para bebés es una práctica que crece día a día en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Esta actividad es mucho más que un deporte. Es una herramienta poderosa para el desarrollo de los pequeños, que les proporciona habilidades valiosas para la vida. El objetivo de la práctica es que los pequeños le pierdan el temor al agua. Pueden participar bebés desde los tres meses en adelante.
En esta temporada de verano, la actividad creció exponencialmente siendo un auge principalmente en la zona norte del gran Buenos Aires. La particularidad es que esta actividad comienza a ser tendencia en casas de familia, con clases a domicilio, ya sea de manera individual o grupal. Cada vez son más las familias que buscan que sus hijos aprendan a nadar antes del año de vida.
"Hoy hay más conciencia, a nivel salud y estado físico. El fitness y la buena alimentación tiene su protagonismo, incluso en bebés y niños chiquitos. Hay más piletas y actividades acuáticas, eso lleva a que las familias decidan que los más chiquitos tomen clases. En general los padres se sienten más seguros, sabiendo que sus hijos sepan nadar"; aseguró Mariana Cabezas, profesora especializada en bebés y niños, quien remarcó que casi todos los días su agenda está ocupada con clases para niños en casas particulares. Ella recomienda comenzar la actividad a partir de los 3 o 4 meses, siempre y cuando se tenga el visto bueno del pediatra.
El promedio de edad de los niños varía ente los 7, 8, 9 o 10 meses. Allí los bebes tienen activo el reflejo de cierre glótico. Dicho en bebés menores de un año es un mecanismo de protección que evita la aspiración de líquidos o sólidos en las vías respiratorias. Funciona mediante el cierre involuntario de la glotis (estructura en la laringe) cuando algo la estimula, como líquidos que entran en la faringe de manera inesperada. La especialista, aconseja es bueno "concientizar a los padres de que es bueno comenzar antes de los 7 meses. Este reflejo es una de las razones por las que los bebés pueden retener la respiración bajo el agua de forma natural durante sus primeros meses. Sin embargo, con el tiempo, este reflejo disminuye y debe ser reemplazado por un aprendizaje consciente del control respiratorio".
La natación es el deporte ideal para practicarlo de pequeño porque tiene múltiples beneficios para su desarrollo físico, social y psicológico. Además, permite a los niños mejorar su equilibrio, su coordinación y su conocimiento del espacio.
"Este verano se dio la particularidad de que varias veces se juntaron mamás con sus bebés y armamos grupos. Lo usual es que las clases sean tomadas individualmente. Al menos es así en esas edades tan tempranas. Luego a la edad de 3 o 4, ya sí es más factible armar grupitos de más chicos. Esas clases suelen ser divertidas, ya que allí jugamos, cantamos, buceamos o bailamos, todo dentro de la pileta", agregó Cabezas, quien remarca que las clases de los más chicos duran 30 minutos.
Como todo aprendizaje, la mejor edad para empezar con la natación es de pequeños. Para su desarrollo muscular y motriz, la resistencia del agua fortalece los músculos y mejora la coordinación, da mayor flexibilidad y equilibrio, ya que los movimientos en el agua mejoran la estabilidad y el control corporal, mejorando la capacidad inmunológica y estimulando el sistema neuromuscular.
Para Cabezas, hace 30 o 40 años, sabía nadar el que podía, no era una necesidad, tampoco, ya que no todo el mundo tenía pileta. "Se hacía todo mucho más rudimentariamente. Se creo el mito de que te "tiraban al agua" y salías nadando. Hoy por hoy se hace con otro cuidado y dedicación. Hay métodos y escuelas que los enseñan, y también está recomendada por especialistas".
Vale destacar que también hay beneficios psicológicos y emocionales, ya que brinda mayor seguridad y confianza, reduce el estrés y la ansiedad y fortalece el vínculo afectivo con los padres.
Es por eso, que la natación temprana es una herramienta poderosa para el desarrollo de los pequeños, que les proporciona habilidades valiosas para la vida. Mejor adaptación a nuevos entornos y desarrollo de habilidades sociales, ya que, al compartir con otros bebés, comienzan a interactuar y mejorar su comunicación.
Vale mencionar los beneficios a largo plazo, ya que brinda una mayor facilidad para aprender otros deportes, perder miedos y fobias al agua y mejora la salud física en el futuro.
"La natación en bebés es una actividad completa que no solo fortalece su cuerpo, sino que también potencia su desarrollo cognitivo y emocional, creando bases sólidas para su crecimiento. Es una inversión en su bienestar", agregó Mariana Cabezas.
El rol de los padres en la natación infantil. Los padres juegan un papel fundamental en la experiencia acuática de los bebés y niños. Su presencia no solo brinda seguridad y confianza, sino que también fortalece el vínculo afectivo y fomenta un aprendizaje positivo.
"La cercanía de los padres permite que el bebé se sienta protegido en un ambiente nuevo. Su presencia reduce la ansiedad y el miedo al agua. Sí el padre o la madre muestran tranquilidad, el bebé imita esa actitud", sostuvo la especialista.
Para ella, los padres guían, pero dejan espacio para que el niño experimente por sí mismo. Favorecen el desarrollo de la independencia en el agua y en otras áreas de su vida. Aprenden a confiar en las capacidades de su hijo sin sobreprotegerlo. "Aprender a nadar como un mecanismo para romper miedos en todos los niveles", dijo.
"Los padres son la base emocional del aprendizaje en el agua, y la natación es mucho más que una habilidad física: es una herramienta de crecimiento personal. Enseña a los niños a enfrentar lo desconocido, a confiar en sí mismos y a desarrollar un espíritu valiente y adaptable ante cualquier desafío de la vida", manifestó Cabezas.