Cavallo advirtió sobre el uso de las reservas para sostener el tipo de cambio
Consideró que es "contraproducente" y remarcó que el financiamiento del FMI no sustituye el esfuerzo que debe realizar el país para mantener equilibrios.
El ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, advirtió que el financiamiento del FMI "no puede sustituir" el ordenamiento general que debe sostener el país para mantener el equilibrio macroeconómico y cuestionó el uso de reservas para sostener el tipo de cambio.
"El financiamiento del FMI no puede sustituir el esfuerzo que Argentina debe hacer para asegurar el equilibrio de las cuentas externas y conseguir que la estabilidad cambiaria permita consolidar el proceso de desinflación", señaló Cavallo en su blog.
Según el análisis de Cavallo, el financiamiento del FMI y de otros organismos internacionales es de importancia para "aventar el riesgo de default de la deuda externa", lo cual considera "imprescindible para que disminuya la tasa de interés que Argentina debe pagar para acceder al mercado de capitales en monedas convertibles".
En el texto que publicó en su blog personal, Cavallo explica que esto permitiría que el riesgo país, actualmente entre 700 y 800 puntos básicos, pueda descender al rango de 200-300 que consiguen la mayoría de los países vecinos.
No obstante, advirtió que "el financiamiento del FMI no puede sustituir el esfuerzo que Argentina debe hacer para asegurar el equilibrio de las cuentas externas y conseguir que la estabilidad cambiaria permita consolidar el proceso de desinflación".
Cavallo se mostró crítico respecto al uso de las reservas externas obtenidas a través de organismos financieros internacionales para intervenir en el mercado cambiario, calificándolo de "contraproducente" y señalando que "puede significar el fracaso del proceso de desinflación".
En este sentido, sostiene que "la simple continuidad del manejo cambiario y el uso de reservas que pertenecen a los depositantes de dólares en el sistema bancario para intervenir tanto en el mercado cambiario oficial como en los mercados pseudo libres (CCL y MEP) no conduce a consolidar el clima de desinflación".
Para Cavallo, es fundamental que "una definición clara de las reglas a la que se sujetaran las políticas monetaria y cambiaria debe ser parte integral del programa que se acuerde con el FMI", considerando que "el gobierno está en condición de hacerlo con éxito".
En relación con el objetivo final del gobierno de un "mercado único y libre de cambios, con el dólar y el peso como monedas convertibles", Cavallo reconoce que el funcionamiento actual del sistema monetario y cambiario está "todavía lejos de ese ideal", con una "multiplicidad de mercados" donde ninguno es "completamente libre" y donde el Banco Central interviene utilizando reservas.
En el texto, el ex ministro expresa su preocupación ante la idea de una transición sin sobresaltos cambiarios hacia un mercado unificado y fijo con un ajuste del tipo de cambio oficial del 1% mensual, ya que esto "puede tener el efecto no deseado de generar desconfianza".
Por esta razón, considera "imprescindible que el gobierno explique cómo será el tránsito de la situación actual al mercado único y libre de cambios con competencia de monedas".
Cavallo señala que, hasta el momento en que se habló de un nuevo sistema monetario y cambiario, el equipo económico parecía razonar con el "paradigma del tipo de cambio fijo" descripto por Ricardo Arriazu.
Este paradigma se basa en la observación de que "todos los planes de estabilización exitosos incluyeron al menos un período inicial de tipo de cambio fijo" y que, además de equilibrio monetario y fiscal, "el proceso de desinflación requiere fijación del tipo de cambio y excluir cualquier sobresalto cambiario".
Según este paradigma, "el equilibrio de las cuentas externas se logrará por efecto del propio equilibrio fiscal y monetario y por la constatación de los operadores del mercado de que en el futuro las exportaciones energéticas, minerales, agropecuarias y de industrias basadas en el conocimiento van a generar abundancia de dólares y fuerte acumulación de reservas".
Sin embargo, Cavallo destaca que en los planes de estabilización exitosos con tipo de cambio fijo, como el plan de convertibilidad, "el tipo de cambio que se fijó ya era un tipo de cambio único" y se eliminaron mecanismos de diferenciación cambiaria, además de existir "completa libertad para el movimiento de capitales", asegurada por la regla de convertibilidad.
El ex funcionario sostuvo que fue precisamente esta característica la que permitió que la fijación del tipo de cambio "indujera una fuerte entrada de dólares a la economía formal".
En contraste, el control del tipo de cambio actual "requirió y sigue requiriendo uso de reservas escasas del Banco Central y se basa en el sostenimiento de un tipo de cambio que no es único ni libre". Cavallo conceptualiza esto como una "fijación blanda (tablita cambiaria) que pretende terminar en una fijación dura, pero que no tiene mecanismos que aseguren que cuando se logre esa fijación, el tipo de cambio será único e inducirá entradas netas de capitales (y no salidas como las que vienen ocurriendo desde el segundo semestre de 2024, acentuadas en el primer trimestre de 2025)".
Cavallo reconoce que si se logra unificar el mercado cambiario y permitir el libre movimiento de capitales, la fijación del tipo de cambio podría consolidar la desinflación al actuar como ancla y atraer capitales.
No obstante, advierte que esto no se logrará si se sostiene que cualquier salto cambiario desatará una hiperinflación.
En cuanto a la estrategia futura, Cavallo plantea la decisión entre "tipo de cambio fijo o flotación a la peruana" como algo que el gobierno deberá tomar al momento de la unificación y liberalización del mercado cambiario y el inicio de la competencia de monedas. Considera que "no es necesario que se anticipe ahora".
En ese sentido sostiene que si persiste la inercia inflacionaria en ese momento, la fijación del tipo de cambio sería "probablemente lo más conveniente, al menos por un período inicial", aunque requeriría un sistema que asegure su sostenibilidad, similar a la convertibilidad.
Si la inercia inflacionaria ya no existe, "lo más conveniente probablemente será ir a una flotación a la peruana", que permite flexibilidad pero requiere reservas del Banco Central para evitar fluctuaciones espiralizadas y el uso de instrumentos de política monetaria para preservar la estabilidad cambiaria.
Finalmente, Cavallo subraya la importancia de la "propiedad del plan económico" por parte del equipo de gobierno, como destacó el viceministro José Luis Daza.
Considera "muy importante que la forma en que el gobierno comunique los cambios que va a introducir en el esquema cambiario pongan de manifiesto que se hacen por convicción y no por imposición del FMI".
En ese sentido, lamenta que la comunicación hasta el momento haya sido "confusa" y sugiera que la decisión final la tiene el FMI, cuando, de ser cierto lo dicho por Daza, no sería así.
Cavallo concluye que "un gobierno como el del presidente Milei que procura hacer cambios profundos debe comunicarlo con convicción. En ese caso el FMI seguramente acompañará la decisión del gobierno argentino". NA.