Jorge Macri reconoció el trabajo de los policías que usaron las Taser y salvaron vidas en casos de inseguridad
El Jefe de Gobierno, Jorge Macri, reconoció el trabajo de los policías que mediante el uso de armas de baja letalidad intervinieron para defender a los vecinos. Con más tecnología para el cuidado de los porteños, en la Ciudad hay decisión política para combatir la inseguridad y darle más herramientas a los policías. En el encuentro lo acompañaron el ministro de Seguridad, Waldo Wolff, y el secretario de Seguridad, Ezequiel Daglio.
"Hoy nadie pone en duda el uso de armas de baja letalidad. Y esa fue una discusión política que dimos nosotros. Usamos la tecnología para darles más herramientas a nuestros policías y cuidar a los vecinos", sostuvo el Jefe de Gobierno, Jorge Macri.
Las Taser son Dispositivos Electrónicos de Inmovilización Momentánea que mediante una descarga eléctrica pueden neutralizar a delincuentes sin que corran peligro otras personas. La Policía de la Ciudad las usa en espacios reducidos y altamente concurridos, como centros comerciales y estaciones de subte, donde circulan más de 900 mil pasajeros diarios.
"Estas armas tienen una cámara que cuando el policía la saca, se activa, graba y se conecta con el Centro de Monitoreo para avisar que hay un oficial en una situación de riesgo. Esto permite enviar una alerta a todos los efectivos que están en la zona y sirve como prueba en la Justicia", explicó Jorge Macri en el Punto Seguro del Parque 3 de Febrero, uno de los 100 que ya funcionan en la Ciudad. Los puntos seguros son tótems con cámaras de seguridad que ante una emergencia permiten a los vecinos comunicarse directamente con el 911 y recibir ayuda.
El uso de armas de baja letalidad es parte del plan de seguridad de la administración de Jorge Macri, que incluye más equipamiento para la fuerza de seguridad porteña y mayor presencia de los efectivos en las calles, llegando a más de 20 mil oficiales patrullando las calles.
Entre los casos más destacados figura el que ocurrió la semana pasada en la manzana 32 de Ciudad Oculta, cuando una mujer de 35 años atacó con un cuchillo a su pareja y a su hijo, de 17 años, a quien le produjo un corte en la mano derecha. Ante esta situación, la policía ingresó al pasillo donde estaba la atacante, quien amenazaba con suicidarse. En ese momento los agentes solicitaron la presencia de personal equipado con Taser, ellos intentaron que la mujer cambiara de actitud. Al no hacerlo, el personal utilizó la Taser y logró reducirla. Gracias al accionar, el joven pudo ser trasladado al hospital Santojanni, donde fue atendido.
Hoy los policías de la Ciudad llevan estas armas en zonas comerciales, subtes y calles. Y también cuentan con 500 pistolas Byrna, de las cuales 385 ya están operativas. Como las Taser, las Byrna son pistolas de baja letalidad pero se utilizan en lugares más amplios y permiten desactivar una amenaza a 20 metros de distancia. Pueden lanzar proyectiles sólidos o químicos como balines que al impactar se fragmentan y liberan una sustancia similar al gas pimienta.
"Con las armas no letales, como las Taser, no sólo podemos detener delincuentes y agresores sino también salvar vidas. Siempre que se usó una Taser en la Ciudad, se logró preservar una vida en una situación crítica", detalló el ministro de Seguridad, Waldo Wolff.