Crisis en la industria automotriz: Toyota avanza con despidos masivos en su planta de Zárate
La automotriz Toyota, una de las principales fábricas del sector en Argentina, continúa con su proceso de ajuste y despidos masivos en su planta ubicada en el partido de Zárate, provincia de Buenos Aires. La crisis en la industria automotriz golpea fuerte y afecta a cientos de trabajadores, incluyendo operarios y supervisores con hasta dos décadas de antigüedad.
Despidos diarios y reducción de delegados gremiales
Según fuentes del sector, los despidos en Toyota se producen casi a diario y se estima que aún quedan alrededor de 200 cesantías por ejecutar. Además, los representantes gremiales de SMATA también son blanco de esta ola de desvinculaciones. "De los 70 delegados que tenía SMATA, actualmente solo quedan 7", revelaron fuentes sindicales.
La metodología de despido también genera preocupación: "Te llaman antes del ingreso y te dicen que estás desvinculado", relataron trabajadores afectados. Esta situación ha generado incertidumbre y tensión dentro de la planta de Zárate, que hasta hace poco tiempo era considerada una de las más eficientes y con mayor estabilidad laboral dentro del sector.
Toyota y el paradigma del ajuste
Desde enero de este año, Toyota lleva adelante un plan de reducción de personal en sintonía con un ajuste en su producción. La firma japonesa, que históricamente traccionó el crecimiento de la industria automotriz nacional, ahora se convirtió en el reflejo de la crisis del sector.
Este recorte se enmarca en un contexto de caída en la demanda, tanto a nivel interno como externo, lo que ha llevado a la empresa a modificar sus estrategias de fabricación. La incertidumbre económica y la reducción del poder adquisitivo de los consumidores agravan aún más el panorama.
Impacto en la economía regional
La planta de Toyota en Zárate es una de las mayores empleadoras de la zona norte de la provincia de Buenos Aires. La reducción de personal no solo afecta a los trabajadores despedidos, sino que también impacta en la economía local, ya que numerosas pymes y proveedores dependen de la actividad de la automotriz.
Por el momento, no hay señales de una recuperación en el corto plazo y la posibilidad de nuevas desvinculaciones sigue latente. Los trabajadores, en tanto, continúan a la espera de respuestas y medidas que puedan frenar esta crisis que golpea de lleno a la industria automotriz nacional.