Tras el desalojo de más de 5 mil manteros, los comerciantes de Flores dicen que subieron las ventas y que la zona ganó tranquilidad
A una semana del megaoperativo de la Ciudad que desalojó a más de 5 mil manteros de las veredas de Flores, los vecinos y comerciantes revelaron que aumentaron las ventas en los locales y que la zona ganó tranquilidad.
"A todos les va mejor porque además los locales pueden hacer la diferencia y no tienen la competencia desleal de los que vendían en la puerta de sus negocios", sostuvo el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien supervisó el operativo de inspectores y policías en las calles del barrio y dialogó con vecinos y comerciantes. Estuvo acompañado por el Ministro de Seguridad, Waldo Wolff; el secretario de Seguridad, Ezequiel Daglio; y el Ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi.
El Jefe de Gobierno también se reunió con representantes de la Asociación de Comerciantes de la Avenida Avellaneda (ACOMA), creada en 2013 por la necesidad de un grupo de vecinos para que sacaran los manteros de la zona. En un comunicado de diciembre del año pasado expresaron que atravesaban su peor momento histórico, además de revelar que las pérdidas mensuales superaban los $9.600 millones y que la situación había empeorado tras los desalojos de manteros en Once.
Jorge Macri agregó: "Vamos a ser inflexibles para mantener el orden en el espacio público y apoyar a los comerciantes que invierten, cumplen las normas y pagan impuestos". Unos 200 policías patrullan la zona con cápsulas de la Unidad de Despliegue Intervenciones Rápidas (DIR), tres canes y una brigada de video operativo, entre otros, junto a inspectores de Espacio Público. Hoy la Policía de la Ciudad desarticuló un taller clandestino en Parque Avellaneda desde donde se distribuía mercadería clandestina a grupos de manteros.
El megaoperativo en Flores se realizó en 32 manzanas del barrio, donde también había denuncias por trabajo clandestino y trata de personas en talleres textiles. También hubo 50 allanamientos en depósitos y locales donde se guardaba mercadería de procedencia ilegal. Trabajaron en la zona policías de distintas divisiones, como la Superintendencia de Investigaciones, funcionarios de los ministerios de Seguridad y de Espacio Público, de la Agencia Gubernamental de Control, agentes de Tránsito y de la Dirección Nacional de Migraciones.
"Antes se peleaban por los puestos. Ahora las ventas mejoraron y además hay más presencia policial", contó un kiosquero que también destacó que ya no hay trapitos en la zona, quienes antes del megaoperativo cobraban más de $5 mil por estacionar.